La empresa Chanel y el primer grupo mundial de firmas de lujo LVMH (agrupa marcas tan prestigiosas como Dior, Loewe, Louis Vuitton o YSL), han conseguido que la Unión Europea rehaga el borrador inicial sobre la regulación del comercio electrónico.
El reglamento inicial daba barra libre a proveedores on line para vender cantidades ilimitadas de artículos de lujo por Internet, un negocio en crecimiento en medio de la actual crisis económica.
Sin embargo, las firmas de lujo alegan que la venta indiscriminada de sus artículos por Internet está dañando un negocio que requiere de grandes inversiones para adquirir locales en las áreas más exclusivas de las ciudades de todo el mundo.
Por su parte, los fabricantes de cosméticos y perfumes de lujo afirman que el comercio on line «degrada la imagen de las grandes firmas». Karl Lagerfeld, diseñador de la maison defendió estos argumentos el pasado 11 de febrero con éxito ante la Comisaria Europea de Competencia, Neelie Kroes.
Pero la reacción por parte de las grandes empresas especializadas en comercio electrónico no se ha hecho esperar. La firma eBay ha instado a la Comisión Europea a terminar con los «abusos» que las grandes marcas ejercen contra el comercio electrónico.