En otras palabras, los libros electrónicos de Google se podrán leer en un portátil, en un PC de sobremesa o en un Smartphone. Incluso, se podrá acceder a una novela, un cuento o un ensayo sin necesidad de estar conectado a la Red.
El mecanismo de compra no tendrá ningún problema adicional. Los consumidores utilizarán Google Checkout para efectuar sus pagos a través de una cuenta en Gmail. Eso sí, resulta curioso el reparto de los beneficios. La editorial se llevará el 67% y Google el resto, siempre y cuando la operación se haga directamente con la compañía de Detroit. Si la venta se cierra con un distribuidor, la editorial ganará un 45% y el resto acabará en el vendedor. Google solo se llevará una pequeña comisión por tener almacenado el ebook en su servidor.
En principio, el modelo ha sentado bien a editoriales y consumidores. Está claro que habrá que esperar todavía un tiempo para sacar conclusiones pero de momento lo cierto es que Google pone su tecnología a disposición de un mercado, el editorial, que necesita un salto tecnológico para ponerse al día y adecuarse a las necesidades de un nuevo lector que recorre cientos de páginas web diarias en busca de información.
Los que no están demasiado conformes con el proyecto Google Editions son Amazon o Barnes & Noble, pues la entrada del gigante de Internet en este sector les podría arrebatar una significativa cuota de participación, ya que sus libros solo pueden leerse a partir de dispositivos propios y Google pretende atravesar estos límites.
Amazon, por ejemplo, ha buscado su hegemonía con su Kindle, un dispositivo que permite leer una obra de teatro o una novela sentado en un jardín, mientras viajas en el bus o cuando esperas en la consulta del médico. Eso sí, había que vivir en Estados Unidos pues esta herramienta no se podía encontrar más allá de las fronteras del continente americano.
Hoy esto se ha acabado, pues el Kindle se venderá en más de 100 países por unos 190 euros. Forrester, de hecho, estima que se podrían repartir tres millones de lectores electrónicos en todo el mundo.
Las licencias de uso y la actitud de los consumidores ante este panorama son las otras dos aristas de un sector que todavía tambalea pero que prevé un futuro frenético en Internet a corto plazo, en el que distribuidores, editoriales y lectores saldrán bien parados.
Fuente: Articulos online