La compañía maneja una cantidad de información colosal. Administrarla es complejo, por la refrigeración de las computadoras que la procesan, la organización de los datos y también por el cuidado de los aspectos legales
Una pantalla de fondo blanco con letras de cuatro colores, una caja de búsqueda y dos botones forman parte de la fachada de Google en la Web. A pesar de su despojada carta de presentación, son muchos los aspectos que se desconocen sobre cómo sus fundadores, Larry Page y Sergey Brin, pretenden organizar esa enorme cantidad de información presente en la Web para ponerla a disposición de los internautas.
El misterio que rodea al buscador más utilizado en Internet encierra diversas fantasías. ¿Quién podría resistirse a la idea de creer que Google es una gran oficina llena de especialistas que trabajan día y noche, comen pizza y tienen a sus mascotas con ellos?
Detrás de esa marea incesante de datos existe una estructura compuesta por diversas tecnologías, procedimientos y personas. En Google hay un equilibrio entre los servicios que ofrecen, los contenidos que producen los usuarios y las campañas publicitarias de los anunciantes que sostienen la compañía. Esa estructura es lo que exhibió la empresa en la segunda edición del Google Press Summit, que se realizó en la ciudad de San Pablo, Brasil.
El verde y otros colores
Para un correcto funcionamiento de una computadora, sus partes internas deben estar refrigeradas para mantener la temperatura en un rango aceptable, por lo general usando ventiladores.
En una estructura de gran escala, el desafío es mayor. Google evita los mecanismos habituales de refrigeración usando un sistema diferente en los edificios que almacenan sus servidores. «En lugar de ajustar los termostatos en 18 grados, como lo hace el resto de la industria, permitimos que la temperatura suba hasta el rango de 25 a 27 grados, un límite razonable para el correcto funcionamiento del equipo sin que se produzcan daños», detalla Urs Hölzle, vicepresidente senior de Operaciones de Google.
Bajo su responsabilidad se encuentra el diseño, la operación y el mantenimiento de la estructura de servidores, redes y centros de datos que movilizan los servicios del gigante. Y se encuentra involucrado en aquellos proyectos que promueven un mejor aprovechamiento de los recursos energéticos.
«El nuestro es un sistema de enfriamiento pasivo: evitamos tener un edificio que funcione como una heladera gigante, con el consiguiente ahorro de energía. Es poco común, pero se puede hacer», aclara. Una estructura que se compone de una torre de enfriamiento junto a una red de cañerías que recorren el edificio mantiene la temperatura adecuada. El agua, empleada como refrigerante, no tiene que ser potable; por eso sólo se emplea un mecanismo de filtros, lo que implica un mayor ahorro de energía. De forma complementaria, varios ventiladores se encargan de mantener el aire en movimiento.
Por su parte, las computadoras del centro de datos de Google no poseen carcasa, para que el calor no se acumule y requieran una mayor refrigeración.
¿Quién paga las cuentas?
Una de las principales fuentes de ingresos de la compañía son los avisos publicitarios. Mientras un diario o una revista deben producir contenidos que mantengan vivo el interés de los lectores y motiven a los anunciantes a publicar sus marcas, Google cuenta con diferentes escenarios para realizar campañas publicitarias online: los resultados de las búsquedas Web, los sitios de su plataforma de blogs o su portal de noticias.
Con este panorama, ¿cómo es posible establecer un equilibrio entre contenidos y publicidad sin atormentar al internauta? Para Víctor Ribeiro, director de Producto para Google América latina y líder de producto en el nivel global de la red social Orkut, se trata de beneficiar al usuario y al anunciante.
«Una pauta publicitaria online de gran impacto quizá llame la atención por unos días, pero en el mediano plazo se aburren y la ignoran -dice Ribeiro-. No existen fórmulas mágicas. Se debe agregar valor a la campaña, sin dejar de poner el foco tanto en el usuario de Internet como en el anunciante.»
Sin embargo, las campañas publicitarias en la Red entrañan cierta desconfianza. En América latina, las empresas son reacias a invertir en este tipo de iniciativas a pesar de las oportunidades que se presentan, dice Alfonso Luna, gerente de Marketing de Google América latina. «El 69% de las compras que se realizan en la región comienzan en la Red», afirma el ejecutivo. También destaca que cuanto más caro es el producto, más se recurre a Internet.
El director regional, Alexandre Hohagen, es optimista sobre el crecimiento que tendrá la compañía en América latina este año. «Gran parte de las campañas publicitarias que se generan en Google se componen de pequeños anunciantes. Las grandes empresas disminuyeron sus gastos en este ámbito debido a la crisis económica mundial, pero en los últimos meses se advierte un lento crecimiento de sus pautas online», agregó el ejecutivo
El secreto mejor guardado
Los algoritmos que usa Google para responder las consultas de los usuarios de Internet guardan cierta similitud con la fórmula de elaboración de la Coca-Cola. «No vamos a revelar los secretos que guardamos bajo siete llaves», dijo Berthier Ribeiro Neto, director de Ingeniería del Centro de Investigación y Desarrollo que tiene la compañía en Belo Horizonte, Brasil. Es lógico.
Pero aclara que hay pautas y herramientas que explican los resultados. «Las posibles respuestas ante una consulta se originan bajo ciertos parámetros. Tomamos la media de una región o país y aplicamos un criterio particular -explica-. Ante una búsqueda en Google el internauta obtendrá diferentes resultados si la realiza desde Brasil, Argentina o España.» Esto se debe a una adecuación de las respuestas según el idioma, el país o los intereses de la región.
Desde Belo Horizonte, Ribeiro Neto coordina el trabajo de los ingenieros que se encargan de desarrollar y mantener productos de gran escala, como la personalización de los resultados de las consultas Web y la adaptación de algunos servicios globales. El proyecto de Google Maps para Argentina, presentado a mediados de noviembre de 2008, se realizó en este centro.
Respecto de la competencia en el ámbito de los buscadores, Ribeiro Neto considera que el problema no está resuelto. «Wolfram Alpha es un caso. Para determinado tipo de consultas, basadas en un fundamento matemático, este servicio arroja resultados concretos, a diferencia de otros motores de búsqueda.» Sin embargo, cree que Google puede satisfacer al promedio de los internautas.
«No obstante, la respuesta definitiva la tienen los usuarios de la Red al usar los servicios.»
Dime de dónde eres y te diré tu red social
Dadas las características que tiene el buscador web de Google, sorprende que determinados servicios no lideren sus respectivos segmentos. En vez de emplear Picasa, hay quienes prefieren almacenar las fotos en el servicio Flickr de Yahoo!, las opiniones en este caso suelen estar divididas por una cuestión de gustos, perfiles de usuario o comodidad.
Cuando la interacción de los individuos pasa a ser un factor determinante en el sostén de una plataforma, el caso de la red social Orkut no deja de ser curioso. A diferencia de los sitios Facebook y MySpace, que se adjudican gran parte de los usuarios de estos servicios, sólo es popular en determinadas regiones del planeta.
«No tengo una respuesta correcta para explicar por qué Orkut tiene un gran suceso en Brasil, India y Estonia, pero no en otras regiones», dice Víctor Ribeiro, quien se ocupa a nivel glonal de la red social de Google.
«A pesar de las limitaciones técnicas que afectan la baja penetración del servicio de Internet en Brasil, parte de este fenómeno se refleja en la gran aceptación del público local a este tipo de herramientas», comenta Ribeiro. Como dato adicional sobre la importancia del aspecto social y cultural que existe sobre estas plataformas, indica que Orkut fue tapa de las principales revistas semanales del país antes que MySpace lo hiciera en Bussiness Week en Estados Unidos en 2005.
«En otros lugares como México, hi5 es muy fuerte. Otras lo son en el sudeste asiático y Corea del Sur, mientras Facebook y MySpace se reparten el dominio en el resto». De esta forma, Ribeiro cree que existen una amplia variedad de sitios de redes sociales que cubren determinados aspectos por regiones, donde «algunas crecerán y otras no».
Un desafío pendiente
A medida que sortea desafíos técnicos y financieros, Google se enfrenta a un conflicto que gira en torno de la Red: los derechos de autor. La compañía dispone de los procesos y la infraestructura necesarios para organizar y disponer del océano de información que contiene Internet. Sobre esta característica se basan los diversos servicios que ofrece de forma gratuita, y es el punto de partida de diversos conflictos.
Por ejemplo, YouTube, fundado en 2005 y adquirido un año después por Google, es un escenario constante para este tipo de disputas. Los acuerdos con diversos proveedores de contenidos, como la BBC o los sellos discográficos Sony, Universal o Warner, plantean diversos panoramas.
«Ante todo, YouTube detalla de forma clara que los contenidos que desea cargar el usuario en la plataforma deben ser respetuosos con los derechos de autor», dice Ricardo Reyes, director de Comunicaciones y Asuntos Públicos en el nivel global de YouTube. Si existe un conflicto por un material, el sitio reconoce el reclamo en primera instancia al demandante y se pone en contacto con el usuario que subió dicho video.
«En general, los internautas desean compartir un material con sus contactos y desconocen en profundidad el tema legal», explica Reyes. La notificación consta de tres avisos, y luego se puede llegar a cerrar la cuenta de usuario.
Para ofrecer un mejor manejo de los contenidos con derechos de autor, YouTube estableció el proceso Identificación de contenidos ( www.youtube.com/t/content_management ). Se compone desde cuestiones básicas como los términos y las condiciones hasta una verificación por determinados patrones del material, tales como el tiempo de duración del video. «Esto nos permite identificar y administrar una plataforma que crece a un ritmo de 20 horas de contenido por minuto.»
No todos los productores mantienen posturas negativas frente a YouTube. Tal es el caso de la ahora famosa cantante Susan Boyle. «La compañía que produce Britain´s Got Talent observó que valía la pena tener los videos en nuestra plataforma. Así cerramos un acuerdo que permite saber cuánta gente retransmite y ve este material.»
Sin embargo, este debate ya excede el ámbito de un sitio, plataforma o empresa. En Francia, por ejemplo, se aprobó una ley que penaliza con la desconexión a la Red a usuarios que realicen descargas ilegales de contenidos. Sobre este punto, Vinton Cerf, jefe de Evangelización de Internet de Google, dijo que es necesario ubicarse en el contexto de la discusión.
«Para algunas personas, hacer una copia personal del DVD de una película o prestarla a un amigo es razonable. Lo que no es razonable es que uno realice mil copias y se las entregue a todo el mundo -añadió Cerf-. Todavía precisamos explorar alternativas para tratar el tema de la propiedad intelectual.»
A Cerf le parecen exageradas las medidas adoptadas por la llamada ley Sarkozy, pero cree que es importante seguir de cerca esta experiencia. «No sé si este procedimiento será efectivo. Sin embargo, habrá que ver cómo reacciona el público francés ante este proceso», señaló quien es considerado por muchos como uno de los padres de Internet. No le fue tan mal en su análisis: el miércoles último, después que se hizo la entrevista, el Consejo Constitucional francés enmendó la ley, quitándole la facultad de limitar el acceso a la Red.
Fuente: La Nacion.com – Guillermo Tomoyose